Devoción Eucarística para nuestros días
"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre" (Jn 6,51)
En cada altar del mundo se renueva el milagro más grande del amor: el Verbo hecho carne se entrega como alimento. En cada hostia consagrada palpita el corazón de Cristo, abierto para siempre en un gesto de redención. Y, sin embargo, cuántos cristianos han perdido la capacidad de asombro, cuántos corazones se han enfriado ante el misterio del Altar.
Por eso, en esta solemnidad del Corpus Christi, cuando la Iglesia entra venta en procesión llevando al rey escondido bajo las especies del Pan, resuena con fuerza la llamada a volver a la adoración, a la intimidad, a la devoción profunda. Desde esta urgencia espiritual nace el Devocionario Eucarístico , una obra de nuestra editorial Paulinas, que quiere ser antorcha encendida para los fieles, instrumento pastoral y espiritual que reavive el fuego del amor eucarístico en los corazones.
La Eucaristía, corazón palpitante de la Iglesia
Celebrar el Corpus Christi no es solo conmemorar; es actualizar, con toda la Iglesia, el gran misterio de nuestra fe: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven, Señor Jesús!”. En un mundo cada vez más acelerado, que vive entre pantallas, ruido y distracciones, la Eucaristía es el oasis de eternidad, la ternura perseverante de Dios que susurra: “Estoy contigo todos los días” (Mt 28,20).
El Devocionario Eucarístico nace de esa ternura que no se cansa, de ese amor que desea permanecer, acompañar y consolar. No es una simple recopilación de plegarias. Es una escuela de amor, una pedagogía de la adoración, una guía viva para cultivar una espiritualidad eucarística diaria y profunda.
Sus páginas recogen oraciones que brotaron de los labios de los santos, meditaciones que nos sumergen en el misterio del Cuerpo y la Sangre del Señor, jaculatorias para murmurar en medio del trabajo o la enfermedad, esquemas para adoraciones eucarísticas, comunión espiritual, acción de gracias, entre otros. Este libro es un compañero de camino para todos los que anhelan vivir en comunión constante con Jesús Eucaristía.
Desde aquellos primeros cristianos que “partiban el pan con alegría y sencillez de corazón” (Hch 2,46), hasta nuestros días, la Eucaristía ha sido el centro vital de la Iglesia. De ella nacen las vocaciones, se renueva la misión, se sana el alma herida, se alimenta la caridad concreta hacia los más necesitados. No hay pastoral sin Eucaristía. No hay Iglesia sin comunión. No hay altar cristiano sin pecado.
Adorar es amar en silencio
“¡Oh Sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de caridad!”, cantaba san Agustín. Adorar a Jesús Sacramentado no es perder el tiempo, sino perderse en el Amor. Es permanecer con Él, como María a sus pies, como Juan recostado en su pecho. Es Palabra permitir que el silencio se haga y que la presencia transforme.
El Devocionario Eucarístico es una invitación concreta y mística a recuperar la adoración como acto de amor puro, como escuela de silencio interior, como respiración del alma. Porque no hay transformación sin adoración. Las grandes conversiones personales y comunitarias nacen de almas que han pasado horas a los pies del Sagrario.
Este espacio de encuentro con Jesús vivo nos abre a una intimidad nueva, donde no hacen falta fórmulas sino sinceridad, donde el alma se transparente y el Espíritu actúa. Adorar es dejar que la luz de Cristo nos atraviese y nos envíe nuevamente al mundo con el rostro encendido.
Una invitación a vivir eucarísticamente
El Corpus Christi no puede quedar reducido a una bella procesión anual. Debe convertirse en un estilo de vida eucarístico: vivir con el corazón abierto al compartir y entregado por amor, vivir con gratitud, con humildad, con esperanza. En este Año del Jubileo de la Esperanza, ¿qué mayor certeza podemos tener que saber que Dios está con nosotros, real y verdaderamente, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad?
Invitamos a parroquias, comunidades, familias, movimientos y grupos a hacer del Devocionario Eucarístico un recurso pastoral habitual y fecundo:
- Para animar las adoraciones semanales.
- Para acompañar la formación eucarística de niños, jóvenes y adultos.
- Para sostener espiritualmente a los enfermos que no pueden comulgar esencialmente.
- Para fortalecer la vida interior de los consagrados y ministros ordenados.
- Para enriquecer la experiencia de los grupos de adoración perpetua.
Cuando el mundo tiene hambre de sentido, Dios se ofrece como Pan. Cuando las palabras no bastan, Él permanece como presencia silenciosa. Este Devocionario Eucarístico no es solo una colección de textos: es una propuesta de vida eucarística. No es un libro para armarios o bibliotecas, sino un libro para el alma.
El amor hecho Pan, nuestra Esperanza
En esta solemnidad del Corpus Christi, abramos las puertas del corazón y de nuestras comunidades para que Jesús Eucaristía sea verdaderamente el centro de todo. Y que este devocionario sea una lámpara que nos guía hasta el Sagrario, donde la esperanza se hace presencia y el amor se hace Pan.
Te adoro con devoción
Te adoro con devoción, Dios escondido,
Oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi corazón por completo,
Y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti, se equivoca la vista, el tacto,
el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza;
Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de Verdad.
En la cruz se esconde solo la Divinidad, pero aquí
se esconde también la Humanidad; Creo y confieso
ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso
que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en ti,
que en ti espere y que te ame.
Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma
que de ti viva y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, límpiame con tu sangre,
de la que una sola gota puede liberar de todos
los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego
que se cumple lo que tanto ansío: que al mirar
tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria.
Amén.
Santo Tomás de Aquino
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